Hasta el infinito y más allá

Son casi las dos de la mañana y no deja de sonar Off to Sleep, recién descubierta y ya os la podría tararear (que no cantar) de principio a fin.

Miro a mi izquierda y veo esa enorme ventana de madera. Durante este año y medio me ha parecido tan bonita, estar en la cama boca arriba y ver entrar la luz por ella me relajaba, pero hoy, por primera vez,ha perdido su encanto.

Que raros somos, lo que un día te pareció la casa de tus sueños, con el paso del tiempo y las vivencias pierden lo que tanto te atraía.

Recuerdo el día que vi Gelilandia por primera vez, iba con mi madre, mis hermanas y una brecha en la cabeza, en esa ocasión me tuve que mudar por un accidente, y por primera vez iba a hacerlo sola, estaba nerviosa e ilusionada. Me gustó desde el principio, sus techos altos, las vigas de madera, que fuera un espacio abierto, esos pájaros pintados que se veían desde la cama, era pequeña y perfecta para mi, fue amor a primera vista.

Allí empecé de cero, porque sufrir un accidente y salir ilesa y no en una caja de pino te da que pensar, y os aseguro que yo de aquel día aprendí mucho, y no fue fácil, pero que bonito es tener una familia que te quiere sobre todas las cosas, y amigos que por muchas veces que tropieces, nunca dejan de poner la mano para que te levantes.

Vuelvo a mudarme y a empezar de cero en otra casa de la que por suerte también me he enamorado, de ella y de sus increíbles vistas al mar. Siempre me ha gustado el mar (que no la playa llena de gente un domingo a las 12:00, ahí no voy) me gusta el mar en invierno, me gusta el mar por las noches, me gusta pasear y no esquivar chanclas.

El mar me hace sonreír, ese infinito me recuerda a mi padre, al primer baño de Héctor, al miedo de Mariola a las medusas, a una cita con vino y mucho frío, a mama con sus gafas blancas, a Susana y su barca, a los viajes en moto de Aspe a Arenales con 17 años...

Me hace ilusión, si os digo otra cosa os miento, tiene una pequeña terraza con vistas a ese infinito del que os hablo, ya veo a mis amigos con una copa de vino, comidas que se alargan hasta la noche, los fuegos artificiales con sus oooooh y sus aaaaah... 

La noche de San Juan este año va a ser más especial que nunca.

¡¡Tenemos que buscarle un nombre!! porque creerme, esta no tiene nada de Gelilandia... 



Comentarios

  1. Guillermo Trives8 de mayo de 2014, 20:37

    Muy bien dicho! Me ha encantado el post. Espero que esta nueva etapa esté cargada de sueños e ilusiones. Me identifico enormemente con tu forma de disfrutar el mar. Un abrazo

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